En 2019, la OMS declaró la pandemia por COVID19, después del incremento desaforado de este virus a nivel mundial. Por esto, los países entraron en confinamiento, restringiendo las actividades cotidianas a un número mínimo de personas en un solo lugar.
Irónicamente, en los centros de salud y hospitales, los profesionales de la salud, que siempre habían mantenido una especial cercanía con sus pacientes, tuvieron que abstenerse del contacto físico para proteger sus vidas y la de los pacientes, cuestionándose acerca de cuál sería el futuro de la atención en salud.
Es allí, en medio de la incertidumbre, en que hizo mayor eco la industria 4.0, transformando los sectores e industrias en un nuevo paradigma. De manera similar, la prestación de la atención en salud se encuentra en los albores de un cambio fundamental, hacia la nueva era digital de atención médica inteligente y centrada en el paciente, conocida como Salud 4.0.
Empecemos por entender qué es la industria 4.0. La computación en la nube, el Big Data, la Internet de las cosas, las diversas formas de internet inalámbrico y tecnologías 5G y la realidad aumentada, son tecnologías que están ahora en el corazón de la llamada cuarta Revolución Industrial, en la que convergen mundos digitales y físicos.
Cuando se trata de salud 4.0 nos referimos a una amplia gama de posibilidades para utilizar las tecnologías de la industria 4.0, con el fin de mejorar la atención médica, ya que presenta una visión nueva e innovadora para el sector de la salud. Su objetivo es brindar a los pacientes una atención en salud con mayor valor agregado y con más rentabilidad, al mismo tiempo que se mejora la eficacia y la eficiencia de la industria.
Este nuevo modelo, a diferencia de sus hermanas, la salud 1.0, 2.0 y 3.0, le apuesta a la interoperabilidad, la capacidad de conectar con diferentes dispositivos y sistemas médicos; la digitalización de la historia clínica; la descentralización en el sector salud; y la capacidad de recopilar y analizar activamente los datos, con el fin de tomar decisiones adecuadas como parte de la estrategia para empoderar al paciente del siglo XXI, descansando en las nuevas tecnologías 4.0 y en las formas de comunicarse que dejó a su paso el COVID19.
La pandemia alteró irrevocablemente la forma en que disponemos de la atención médica. De hecho, la telesalud es el resultado de esa “nueva normalidad” impuesta por el coronavirus, pero que, sin duda, se ha convertido en una parte fundamental en la provisión de la atención en salud de la nueva era, ya que ha permitido tratar a millones de pacientes virtualmente.
Hoy en día, nuestros clientes utilizan iMedicalCloud, la plataforma integral de salud, que gracias a la incorporación de la telemedicina ilimitada, los profesionales de la salud han podido conectarse con los pacientes de forma remota, automatizando los procesos asistenciales y administrativos y asignando más tiempo a su trabajo clínico sin descuidar a los pacientes.
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